Todos nacemos perfectos. O al menos eso piensan nuestras mamás. La realidad es que nuestros cuerpos vienen perfectamente diseñados. Incluso, cada persona nace con un número determinado de células grasas.
Pero, conforme crecemos y adoptamos hábitos poco saludables, las calorías se almacenan excesivamente en el adipocito (las células que contienen los triglicéridos). Es ahí cuando comenzamos a subir de peso.
¿Qué genera el aumento de grasa corporal?
Una alimentación no saludable sumada a nula actividad física son los principales factores que influyen en la acumulación de grasa en el cuerpo.
Cuando nos referimos a una alimentación no saludable, hablamos de ingerir demasiados ultraprocesados, y de llevar una dieta cero equilibrada, sin la presencia de “alimentos vivos” como vegetales y frutas.
No obstante, los malos hábitos también incluyen el no hidratarnos lo suficiente, no dormir bien, trabajar en exceso y estresarnos todos los días.
Eso, sumado a no hacer ejercicios es una “bomba molotov” para nuestro cuerpo.
¿Cuál es la función real de la grasa corporal?
Ahora bien, la grasa del cuerpo por sí misma no es mala. La grasa del cuerpo tiene la función de almacenar energía y actuar contra el frío, protegiendo muchos órganos.
En ese sentido, la sabiduría de nuestro cuerpo es inmensa. Los adipocitos son responsables de acumular grasa cuando el aporte energético de nuestra alimentación es excesivo y de utilizarla si el organismo necesita energía. Pero, si acumulamos más grasa de la que nuestro cuerpo gasta, las llantitas comienzan a aparecer.
Ahí es donde hablamos de grasa localizada, la acumulación de tejido adiposo en áreas específicas del cuerpo, tanto en hombres como mujeres. Aunque hay que decirlo, lamentablemente, es más frecuente en nosotras.
Eso se debe a que los estrógenos, las hormonas femeninas, favorecen el almacenamiento de grasas, lo que nos vuelve susceptibles a padecer obesidad; esto puede convertirse en un verdadero problema.
La obesidad aumenta el riesgo de sufrir diabetes, presión alta, colesterol, ataques cardiacos, problemas óseos y hasta cáncer.
Por eso, en Clínica de Salud Integral (CSI) siempre motivamos a nuestros clientes a alimentarse de forma equilibrada y lo más natural posible, a hidratarse mucho, a tener buenos patrones de sueño, y a complementar ese estilo de vida con tratamientos estéticos efectivos, aplicados por verdaderos profesionales.
Incluso, un tratamiento como el Trilipo, ideal para la reducción de grasa, puede ser el impulsor que usted necesita para hacer un cambio positivo en su vida este 2023.
¿Cómo funciona el tratamiento Trilipo para eliminar la grasa corporal?
La energía de Radio Frecuencia (RF) de esta tecnología calienta la grasa y acelera el proceso natural del metabolismo de las grasas produciendo la liberación de la grasa liquida desde los adipocitos hacia el tejido extracelular.
Después, promueve el drenaje de la grasa líquida liberada mediante la aplicación de presión tanto externa como interna.
Internamente, la energía de pulso se dirige al músculo causando su contracción. Esta contracción eleva el músculo empujando las células grasas hacia la superficie.
Simultáneamente, la presión mecánica del aplicador presiona a la célula grasa desde arriba. El resultado es un efecto de “compresión” que induce el drenaje de la grasa líquida y disminuye el volumen del adipocito.
En palabras sencillas, TriLipo remueve efectivamente los depósitos de grasas localizadas no deseadas, al provocar un calentamiento profundo y homogéneo de las capas dérmicas e hipodérmicas. Este calentamiento acelera la circulación sanguínea y linfática optimizando la oxigenación y desintoxicación del cuerpo.
Es, por decirlo de forma directa, un magnífico quemador de grasa. Algunas de sus ventajas son que no requiere de tiempo de reposo ni recuperación; es un tratamiento ambulatorio, placentero y fácil, que está probado clínicamente.
Contáctenos si usted también desea experimentar los efectos del Trilipo, eliminado la grasa acumulada y luciendo increíble este año que empieza.